Desde el 28 de Diciembre, el Gobierno ha decidido que todos los ciudadanos extranjeros, al ingresar a Suecia, deberán presentar un resultado negativo de una prueba del COVID-19; independientemente de su lugar de procedencia. Esto significa que no es suficiente tener un certificado de vacunación. El objetivo es reducir el riesgo de propagación de las nuevas variantes del virus COVID-19 que se han detectado en varios países. Como regla general, la prueba no debe tener más de 48 horas. Los ciudadanos extranjeros mayores de 18 años están sujetos al requisito de la prueba, con la excepción de ciertas categorías de viajeros para garantizar que no haya consecuencias imprevistas.
